Foto por Lali Lopez.
La banda de synth pop presentó su segundo disco Era Es Será el sábado por la noche en el Teatro Vorterix.
Alejandro y Francisco Álvarez, Ramiro Cremona y Justo Scipioni forman Barco, una banda que dejó de ser emergente a costa de años de trabajo y giras por cientos de escenarios. Ya no hablamos de un grupo en ascenso: recientemente fueron nominados a los Premios Gardel en la categoría Mejor Álbum Grupo Pop, posicionándose como una de las bandas actuales referentes del género.
La noche del sábado no fue una más para el grupo de zona norte; el momento que tanto habían esperado y recreado en sus cabezas había llegado. Pasadas las nueve el telón se abrió y, con una intro que anticipaba el comienzo de algo grande, Ale y compañía salieron a la cancha con Ultraliviano, aquel primer EP a puro synthes que lanzaron hace varios años atrás. Le siguieron algunas de las canciones que forman parte del nuevo disco: Bien Ahora Si, Era Es Será, Buen Trato, Perdona, entre otras. Con un Alejandro encendido que saltaba poseído por todo el escenario con un total white acertadísimo para la ocasión, el show llegaba a la mitad. No tardaron en llegar los temas del primer disco Sobre La Superficie: Bronce, Órbita y el hitazo radial El No Lugar, en el que invitaron a Leandro Lopatín, guitarrista de Poncho y Turf.
También hubo lugar para otros invitados: en No Te Guardes Nada se sumaron los Arruinaguacho con su trap/rap para subir la temperatura del público y darle una vuelta de tuerca a la canción. Además, para Los Dos En El Taxi, invitaron a Alejandro Saporiti, guitarrista de Nidos y gran amigo de la banda, que se sumó con su voz y las cuerdas.
A diferencia de otros shows, esta vez no estaban solos en el escenarios. Decidieron sumar vientos para reformular las canciones y darle un clima más rockero a la noche. Y para sorpresa del público, entre tema y tema tocaron ¿Qué Vas a Hacer Tan Sola Hoy? clásico de Viejas Locas, que les vino bárbaro para relajarse y divertirse en el escenario y reflejar la felicidad que los desbordaba: estaban tocando en el Vorterix.
Casi llegando al final de la noche, y amagando con irse entre risas, sonaron las últimas canciones: Eso Es Amor, una de las más pegadizas de Era Es Será, con un estribillo que se repite hasta instalarse en tu cabeza Eso es amor o estás confundida; y Creo Que No Llueve Más, la gran favorita del primer disco, donde los synthes de Ramiro fueron protagonistas y se compraron a todo el público. Inmensamente felices, se despidieron del escenario entre abrazos y sonrisas, inmortalizando ese momento para siempre.
Barco es el claro ejemplo de que desde abajo se puede; llegaron a puro pulmón y trabajo en equipo. En pocos años pasaron de ser un proyecto electrónico detrás de un par de computadoras en Florida, a presentarse con banda completa en uno de los escenarios más emblemáticos de Buenos Aires. Ya no son del under, Barco es una realidad. Era Es Será.
Por: Maria Emilia Hernandez.