La noche anticipa una velada psicoactiva para el delirio popular de todos sus asistentes en las clásicas instalaciones de Club Belle Epoque, y entre el frío otoñal, buena música y un séquito numeroso de personas que iban colmando cada centímetro del lugar, Revelant se encargó de firmar su apertura. Los chicos se lucieron en un instrumental de sonidos delirantes que acompañaban la lírica de su repertorio compuesto, en gran parte, por canciones de 1989 (2017), un disco que recorre texturas, atmósferas y samples en un formato pop con tintes de vaporwave.
Cercanos a las 2 a.m y con cada centímetro del club a punto de estallar, Telescopios sentenció su llegada con El Famoso, track dos de su reciente álbum Doble de Riesgo, continuando con el swing psicodélico de Las Prioridades; dos piezas que, junto a Año nuevo, aportan un nuevo concepto y renuevan el sonido telescópico al cual estamos acostumbrados.
Ciudad de Tampa fue, como era de esperar, uno de los momentos más intensos de la noche, desatando pogos en la zona central y coros al unísono de principio a fin; una pieza frenética que arremete contra todo tipo de climas.
Por supuesto que durante el desarrollo del repertorio no faltaron canciones de El Templo Sudoku como Gimnasia y Fuego para el disfrute de sus asistentes.
Llegando al final, Peces Raros culminó la velada a puro groove; los platenses no se quedaron atrás e hicieron un fuerte repaso por su último disco Parte de un Mal Sueño (2016) en un formato que fusiona la electrónica y el rock a tempo bailable.
En resumen, una fecha que resguardó a tres grupos increíbles que emergen a pasos agigantados, asentando las bases de una escena que renueva su sonido de manera constante.
Por: Octavio Suarez.