En pleno proceso creativo, Chuky de Ipola –ex tecladista de Los Piojos- se presentará en el Teatro Sony para adelantar lo que será su próximo disco a dueto con artistas a los que acompañó a lo largo de su carrera. Uno de ellos es Pity Álvarez, protagonista de su primer single “Que me importa”. Después de haberse presentado en Cosquín Rock, Chucky logró consolidar una banda estable y dice haber encontrado el sonido que tanto buscaba.
¿Qué tenés en cuenta al elegir a los músicos que te acompañan como banda?
C.dI: Es importante dar con músicos que toquen para la canción. Parece una boludes pero no es tan fácil de entender cuando tenés un nivel musical muy alto: “¿¡cómo puede ser que tenga que tocar dos acordes!?”. Y en realidad el público que te va a ver quiere escuchar la canción. Es algo que aprendí con Los Piojos, por ejemplo, y que yo, estando arriba del escenario, disfrutaba que sean dos acordes, disfrutaba de tocar en pos de eso.
¿Pensas en el vivo cuando trabajas las canciones desde el estudio?
C.dI: Trato de aprovechar todos los recursos e instrumentos que estén a mi alcance, no escatimo. Si tengo que grabar diez teclados, cuatro guitarras, cinco voces, las grabo. Después plasmarlo en vivo requiere de recursos como disparar pistas porque no podes tener veinte músicos arriba del escenario pero es un instrumento más. Con la experiencia entendí que menos es más. No hace falta tanto, lo importante es la melodía y la letra; es lo que se registra en SADAIC y lo que llega o no a la gente.
¿Cómo trabajaste con Pity y cómo vas a trabajar las participaciones de tu próximo disco?
C.dI: En el caso de ‘Que me importa’, la canción ya estaba terminada, tanto la letra cómo la música. Pity participó pero con ideas desde la producción. Obviamente estoy abierto a que cada invitado pueda aportar lo suyo. Creo que es fundamental el nutrirse de la opinión de alguien externo. Busco esa experiencia desde la composición. Yo trabajo como productor artístico pero creo que no es bueno auto-producirse; está bueno tener una visión objetiva de las canciones. Un amigo y productor, que admiro y que siempre consulto, es Raffa Arcaute. Soy de compartir mi música con él y me da su devolución.
Hace tiempo que tocas y que trabajas como productor de distintas bandas y artistas de la escena nacional ¿Qué evaluación haces, desde lo musical, del momento que se está atravesando?
C.dI: Creo que se está dando un momento de recambio musical, necesario e importante, en el que hay muchos artistas que quizás no se hicieron su nombre pero que están pisando fuerte y que convocan como son Él Mató a un Policía Motorizado, Los Espíritus, El Kuelgue, Militantes del Climax Usted Señálemelo. Es bueno estar a tempo y aprender de ellos, salir de la zona de confort. También veo que hay artistas como Ciro que siempre se renuevan. Y me sorprende la influencia del reggaetón, que pasó de ser algo grasa a coquetear con la electrónica, que dejó de ser latino para ser global. Uno no puede esquivar eso. Yo, como músico, prefiero escucharlo, empaparme de eso y tratar de entender por qué llega a la gente. En esto tiene mucho que ver Spotify. Es muy importante toda la info. que hoy hay en las redes.
¿Te dejas influenciar por lo que suena hoy?
C.dI: Siempre. Mi primer disco se llama Electronic Jazz. Fue porque no escuchaba música electrónica. Tenía 20 años y mis amigos iban a bailar a Pacha, que tenía a Hernán Cattaneo como DJ residente, que hace unas semanas agotó el Teatro Colon. En ese momento escuché un piano que fusionaba lo electrónico con el jazz y dije “yo quiero hacer esto”. Me gusta innovar y desafiarme a mí mismo.
¿Desde qué lugar te desafias como artista?
C.dI: Hoy lo hago desde la composición y como frontman. Después de compartir escenario con Ciro durante más de diez años, no me puedo quedar quieto en el teclado. Soy de mirar muchas entrevistas y alguien que me llegó de grande es Gustavo Cerati. Es increíble lo que transmite, su forma de cantar, de tocar, su sinceridad, su música.
Decís que la música de Gustavo te llegó de grande ¿Crees que hay un momento para cada artista?
C.dI: Sin dudas. También me pasó con Spinetta, que lo descubrí con Quedándote o Yéndote. De a poco lo fui entendiendo y dije: ¡wow! Todo icono o prócer del rock nacional como Charly, Spinetta, Cerati, Calamaro, son músicos con los que si te ponés a escuchar, tarde o temprano, terminas conectando. No son de otro planeta pero tienen una conexión con sí mismos y con uno que es increíble.
Semanas atrás dieron a conocer la lista de los nominados a los Premiso Gardel y, con el respecto que se merecen, hay nombres que se repiten. Desde Charly Garcia, Fabiana Cantilo hasta Cacho Castaña…
C.dI: Yo creo que el músico no se tiene que basar en los premios, que son algo que uno nunca se sabe de dónde salen. La verdadera elección está en la gente. Un premio no es más que una estatuilla, que si bien tiene su prestigio, lo que mueve a la banda es el público y su pasión por la música. Creo que no está mal que se nomine a los artistas que se nominó pero también es necesario que se dé lugar a artistas mainstreams o emergentes. No se tiene que dar lugar a la brecha en lo artístico musical.
¿Cómo te estás preparando para el show del 1 de Junio en Teatro Sony?
Estoy trabajando en un show que la gente no se olvide. Busco ser un buen anfitrión y devolver el reconocimiento hacia el que va y paga la entrada. Estoy tratando de complementar lo visual con lo musical. Ya con una banda estable logramos un sonido muy sólido, que es algo que buscaba hace tiempo, y también conseguí desligarme del piano.
¿Qué hay para lo que resta del año?
C.dI: Estoy trabajando los nuevos cortes del disco, rodeado de amigos y participaciones muy fuertes. En paralelo, otra de las prioridades es salir a tocar al interior. Tengo en mente Rosario, Córdoba, Mendoza, Neuquén, y ya hay algunas fechas confirmadas. Para mí es muy importante salir a tocar. Siempre nos reciben muy bien y el público es diferente al de capital.
Para cerrar… Desde la separación de Los Piojos, ¿en algún momento se habló de volver a tocar?
C.dI: No, que yo sepa, nunca no se barajó la posibilidad. Creo que Ciro como producto es muy fuerte y todavía no hay quorum para el regreso. Tengo contacto con todos los chicos y están entusiasmados con sus proyectos. A Los Piojos los llevo en el corazón y para mí sería maravilloso volver a tocar. No va a ser lo mismo sin el Tavo –Kupinsky, guitarrista de la banda que falleció en un accidente de tránsito en 2011-, sus guitarras eran inconfundibles, pero ojalá suceda.
Por: Tomás Altina.